LA DANZA SOBRE EL ALAMBRE DE LA INSULINA Y EL GLUCAGÓN
La expresión "la danza sobre el alambre de la insulina y el glucagón" ilustra perfectamente el equilibrio antagónico y la regulación constante que estas dos hormonas mantienen para determinar el estado metabólico del organismo. Los textos definen esta interacción como una "Historia de Dos Hormonas" o una "Historia de Dos Dominios”: el dominio de la insulina y el dominio del glucagón.
La "danza sobre el alambre de la insulina y el glucagón" describe perfectamente la relación antagónica y esencial de estas dos hormonas, que dictan el tono metabólico predominante en el cuerpo.
Esta "danza" representa el constante tira y afloja entre el anabolismo (construcción y almacenamiento, dirigido por la insulina) y el catabolismo (descomposición y oxidación, dirigido por el glucagón). Ambas hormonas son producidas en el páncreas (insulina en las células beta y glucagón en las células alfa) y se oponen y complementan la una a la otra en casi todos los eventos bioquímicos posibles.
A continuación, se detalla la naturaleza de este equilibrio, el significado de su proporción y cómo se ve afectada por la dieta.
1. El Tono Metabólico: Anabolismo vs. Catabolismo
La insulina y el glucagón dictan las acciones bioquímicas en tejidos metabólicamente relevantes, como el músculo, el tejido adiposo y el hígado.
Insulina: Anabolismo ("Alimentación y Almacenamiento")
La insulina es la hormona prototípica anabólica. Transforma moléculas sencillas en otras más grandes y promueve su almacenamiento.
Tejido Acción Predominante de la Insulina
Músculo Completamente anabólica. Promueve la síntesis de músculo y la glucogénesis (almacenamiento de glucosa). El glucagón no
tiene efecto en el músculo debido a la falta de receptores.
Tejido Adiposo Promueve el crecimiento del adipocito almacenando lípidos mediante la lipogénesis. La insulina tiende a ganar el tira y afloja
en el adipocito.
Hígado Indica al hígado que fabrique lípidos (lipogénesis) y glucógeno (glucogénesis).
Glucagón: Catabolismo ("Ayuno y Descomposición”)
El glucagón es la hormona prototípica catabólica. Busca descomponer las moléculas complejas para generar fuentes de energía.
Tejido Acción Predominante del Glucagón
Músculo Sin efecto.
Tejido Adiposo Induce la reducción del adipocito mediante la lipólisis (degradación de lípidos).
Hígado Antagoniza a la insulina, buscando degradar lípidos y glucosa. Induce la glucogenólisis, la gluconeogénesis(formación de
glucosa) y la cetogénesis (formación de cetonas). El glucagón generalmente establece el tono en el hígado y puede prevalecer
sobre la insulina.
2. La Proporción Insulina a Glucagón (I:G)
La proporción insulina a glucagón (I:G) es un indicador del funcionamiento metabólico predominante.
Una proporción I:G elevada indica que predominan las vías anabólicas (alimentación y almacenamiento).
Una proporción I:G baja indica que predominan las vías catabólicas (ayuno y oxidación).
Mantener una proporción I:G baja se considera beneficioso porque imita los efectos de un estado de ayuno, pero sin la restricción nutricional. Los beneficios asociados a una I:G baja incluyen: mejora de la sensibilidad a la insulina, activación de la autofagia (incluida la mitofagia), la lipólisis y la activación del tejido adiposo marrón (BAT).
El contraste de la I:G en diferentes estados es notorio:
Estado Dietético Proporción I:G (Aprox.) Tono Metabólico Procesos Activos
Ayuno (24+ horas) ~0.8 Catabólico Glucogenólisis, Gluconeogénesis, Lipólisis, Cetogénesis
Dieta Americana Estándar (SAD) ~4 Anabólico Glucogénesis, Lipogénesis. Inhibición de la Autofagia y
Cetogénesis
Dieta Baja en Carbohidratos ~1.3 Catabólico Glucogenólisis, Gluconeogénesis, Lipólisis, Cetogénesis
3. El Contexto Determina la Danza: El Papel de la Proteína
Mientras que los carbohidratos siempre aumentan la insulina y reducen el glucagón, y la grasa solo aumenta el glucagón sin aumentar la insulina, el efecto de la proteína depende fuertemente del estado glucémico subyacente.
El Dr. Roger Unger estableció que, sin excepción, la proporción I:G disminuye a medida que aumenta la necesidad de producción de glucosa endógena.
Respuesta de la Proteína en Estado Hiperglucémico (SAD)
En un estado subyacente de hiperglucemia (dieta SAD), la infusión de aminoácidos (como la alanina, un aminoácido gluconeogénico prototípico) provoca un aumento masivo de insulina (ej. ~130 μU) y una disminución significativa de glucagón.
Cuando se consume proteína en la dieta SAD, la proporción I:G se dispara drásticamente (ej. de ~4 a ~70). Este aumento agrava el efecto de la insulina debido a la presencia de carbohidratos en la dieta.
Respuesta de la Proteína en Estado Euglucémico/Ayuno (Bajo en Carbohidratos)
En un estado de ayuno (euglucemia, sin glucosa elevada subyacente), la infusión de alanina no causa ningún cambio significativo en la insulina (ej. ~6 μU), pero sí un aumento significativo en el glucagón (ej. ~100 pg).
Razón: El cuerpo no puede permitirse inhibir la gluconeogénesis porque es la única manera de que los animales mantengan la glicemia normal durante el ayuno o el estado bajo en carbohidratos. Un pico de insulina restringiría este proceso, lo que llevaría a la hipoglucemia.
En una dieta baja en carbohidratos, cuando se consume proteína (1g/kg), la proporción I:G casi no cambia (ej. se mantiene en ~1.3). Hay un cambio del 6%, en contraste con el aumento de 20 veces que se observa en la dieta SAD.
4. La Regulación de la Gluconeogénesis y la Cetogénesis
La "danza" se observa claramente en la regulación de dos procesos hepáticos fundamentales: la gluconeogénesis y la cetogénesis.
Gluconeogénesis: Se activa en el estado de I:G baja (Bajo en Carbohidratos/Ayuno) porque hay una necesidad de glucosa (necesaria para los eritrocitos, ya que carecen de mitocondrias), y se inhibe en el estado de I:G alta (SAD).
Cetogénesis: La proporción I:G alta (SAD, ~4) inhibe poderosamente la cetogénesis. La proporción I:G baja (Bajo en Carbohidratos, ~1.3) activa la cetogénesis.
Aunque la insulina baja es una parte necesaria de la cetogénesis, el glucagón elevado es la otra parte crucial. De hecho, el Dr. Denis McGarry afirmó que el glucagón es el principal impulsor de la cetogénesis en el hígado. Los estudios han demostrado que la baja insulina por sí sola hace poco por la cetogénesis si no hay un aumento en la señalización del glucagón.
La fórmula para la cetogénesis es la siguiente: Insulina baja + Glucagón elevado + Suficiente Carnitina. La carnitina actúa como un acompañante que escolta la grasa al interior de la mitocondria para su oxidación, un paso necesario para la cetogénesis.
5. Mantenimiento de la Danza Saludable
Para mantener una proporción I:G baja, metabólicamente prudente, se proponen tres pasos:
Controlar los Carbohidratos: Mantenerlos en un rango bajo o eliminarlos de la dieta.
Ingesta suficiente de Proteína: Asegurar una ingesta suficiente (ej. 1–2 g/kg de peso corporal/día) para mantener la masa corporal magra y una función saludable. La necesidad de proteína aumenta con la edad.
Priorizar la Grasa: La energía, en ausencia de carbohidratos, debe provenir de la grasa, consume las suficientes grasas animales .
La Distinción Fundamental: Abundancia vs. Escasez
La insulina y el glucagón, aunque ambas provienen del páncreas endocrino (la insulina de las células beta y el glucagón de las células alfa), son opuestos en casi todas las funciones bioquímicas.
Las Acciones Antagónicas: Construcción vs. Destrucción
Las acciones de la insulina y el glucagón son inversas. Si la insulina promueve una acción (X), el glucagón promoverá la opuesta (Y, o 1-X).
El Control Bioquímico Fino
La "danza" también ocurre a nivel molecular, donde estas hormonas se antagonizan activamente a través de mecanismos de fosforilación y segundos mensajeros:
Regulación de Kinasa/Fosfatasa: El glucagón estimula la fosforilación de enzimas limitantes de la velocidad (añade un fosfato) a través de una quinasa. Son las enzimas más lentas o más reguladas de una vía metabólica —por ejemplo, la glucólisis o la gluconeogénesis— y determinan cuán rápido ocurre toda la vía. Por tanto, si activas o inhibes esa enzima, controlas la velocidad total del proceso.El glucagón se libera cuando baja la glucosa en sangre (ayuno).Su función es aumentar la producción de glucosa en el hígado.Lo hace activando una quinasa, es decir, una enzima que añade grupos fosfato a otras enzimas. Esa fosforilación cambia la forma y actividad de las enzimas metabólicas:Activa enzimas que favorecen la liberación de glucosa (gluconeogénesis, glucogenólisis). Inactiva enzimas que consumen glucosa (glucólisis, glucogénesis).Glucagón → activa quinasas → fosforila → estimula vías de obtención de glucosa. La insulina contrarresta esto al desfosforilar las enzimas (elimina el fosfato) a través de una fosfatasa.La insulina se libera cuando aumenta la glucosa en sangre (después de comer). Su función es favorecer el almacenamiento y uso de glucosa. Lo hace activando una fosfatasa, que elimina los grupos fosfato añadidos por las quinasas. Esto revierte los efectos del glucagón:Activa enzimas que usan o almacenan glucosa (glucólisis, glucogénesis). Inactiva las que liberan glucosa (gluconeogénesis, glucogenólisis). Insulina → activa fosfatasas → desfosforila → estimula vías de almacenamiento.
AMP Cíclico (cAMP): El glucagón actúa mediante un receptor acoplado a proteína Gs (GS coupled receptor), que activa la adenilato ciclasa y aumenta el AMP cíclico. El AMP cíclico (adenosín monofosfato cíclico) es una molécula mensajera dentro de las células. Su función es transmitir la señal de ciertas hormonas (como el glucagón o la adrenalina) desde la membrana celular hacia el interior de la célula, para activar enzimas y procesos metabólicos. Cómo actúa el glucagón: El glucagón se une a su receptor en la membrana del hepatocito (célula del hígado). Este receptor está acoplado a una proteína Gs (“G estimuladora”). La proteína Gs se activa y estimula una enzima llamada adenilato ciclasa. La adenilato ciclasa convierte ATP → AMP cíclico (cAMP). El aumento de cAMP activa una proteína llamada proteína quinasa A (PKA). La PKA fosforila (añade grupos fosfato) a varias enzimas, lo que: Activa las rutas de liberación de glucosa (glucogenólisis y gluconeogénesis). Inhibe las rutas de almacenamiento (como la síntesis de glucógeno o de ácidos grasos). En resumen: el glucagón aumenta el cAMP → activa la PKA → estimula la liberación de glucosa. La insulina, en cambio, disminuye el AMP cíclico al impulsar su destrucción (fomentando la fosfodiesterasa). Cómo actúa la insulina: La insulina hace justo lo contrario: Activa fosfodiesterasas, enzimas que destruyen el cAMP convirtiéndolo en AMP normal (no cíclico). Al disminuir el cAMP, se inactiva la PKA. Esto detiene la fosforilación estimulada por el glucagón. La célula entonces favorece el almacenamiento de energía (glucógeno, grasas, proteínas). En resumen: la insulina reduce el cAMP → desactiva la PKA → promueve almacenamiento.
La Cetogénesis
Un aspecto crítico de este equilibrio es la regulación de los cuerpos cetónicos, que son ácidos (como la acetona, el acetoacetato y el beta-hidroxibutirato). La presencia de cetonas indica que el metabolismo ha entrado en el dominio del glucagón.
Insulina como Anti-Cetogénica: La insulina es la única hormona principal anti-cetogénica. Si se tiene insulina normal, nunca se debería tener cetoacidosis.
Glucagón como Pro-Cetogénico: El glucagón, junto con la tiroxina y el cortisol, es pro-cetosis. La cetogénesis ocurre cuando se rompe la grasa.
El desequilibrio donde falta la insulina (como en la diabetes tipo 1) provoca que el glucagón domine. En este caso, la falta de las propiedades anti-cetogénicas de la insulina resulta en una cetosis constante, lo que lleva a la cetoacidosis diabética (CAD), ya que los cuerpos cetónicos son ácidos. En contraste, en la diabetes tipo 2, la insulina está presente (al menos al principio de la enfermedad), por lo que suele haber propiedades anti-cetogénicas y el paciente desarrolla un síndrome hiperosmolar hiperglucémico no cetósico, en lugar de CAD.
En resumen, la danza de la insulina y el glucagón es una historia de dos ciudades (como en la novela de Charles Dickens), siendo la insulina la temporada de anti-cetosis y el glucagón, el invierno de los cuerpos cetónicos.
La metáfora de la "danza sobre el alambre de la insulina y el glucagón" captura la esencia de la endocrinología: un delicado equilibrio entre la secreción de estas dos hormonas que mantiene los niveles de glucosa en plasma dentro de un estrecho rango fisiológico.
Este equilibrio, que se rige por acciones biológicas fundamentalmente opuestas, es esencial para la homeostasis de la glucosa.
A continuación, se detalla la naturaleza de este antagonismo, el rol principal de cada hormona, y cómo el fallo en su regulación es clave en la patogénesis de la diabetes.
1. El Papel de la Insulina en la Regulación (Corrección de un Mito)
Existe una creencia popular, apoyada por muchos libros de texto, de que la función principal de la insulina es facilitar la captación de glucosa por las células. Sin embargo, esta es considerada una "leyenda metabólica":
Independencia de la Glucosa: La captación de glucosa en el cuerpo nunca es verdaderamente dependiente de la insulina. Existen 14 transportadores de glucosa y 13 de ellos no requieren insulina para mover la glucosa hacia las células. GLUT4 es el único transportador regulado por insulina, pero no depende exclusivamente de ella, puede activarse también por contracción muscular(vía AMPK), estrés oxidativo leve o hipoxia transitoria o de manera indirecta a través de la adrenalina y otras catecolaminas.
Rol Principal: El rol principal de la insulina en la glucorregulación puede ser contrarrestar los efectos del glucagón.
Mecanismo Hipoglucemiante: La insulina reduce la glucosa en sangre al inhibir la producción hepática de glucosa. Este efecto se observa incluso en concentraciones de insulina dentro del rango fisiológico normal.
2. La Interacción Paracrina en el Páncreas
La regulación de esta "danza" se produce directamente dentro de los islotes de Langerhans:
Ubicación: El glucagón es secretado por las células alfa, mientras que la insulina es secretada por las células beta.
Supresión por Insulina: La presencia de insulina normalmente suprime la secreción de glucagón. La insulina, al actuar sobre su receptor en la célula alfa, provoca hiperpolarización de la membrana, lo cual suprime la liberación de glucagón.
Función de la Fase Rápida: La primera fase de secreción de insulina (un pico rápido, que es insuficiente por sí solo para ejercer un efecto hipoglucemiante significativo) se acompaña habitualmente de una disminución recíproca de la glucagonemia. Esto sugiere que el pico rápido de insulina puede ser una señal paracrina cuyo objetivo es inhibir la secreción de glucagón, más que controlar la glucemia sistémica.
3. Cuando Nuestros Hábitos Erróneos Destrozan la Danza: El Glucagón en la Diabetes
El glucagón actúa aumentando la glucosa en sangre (BG) durante el ayuno o en largos períodos entre comidas. Lo logra estimulando la glucogenólisis y la gluconeogénesis en el hígado. También puede catabolizar proteínas musculares para generar glucosa a partir de aminoácidos, lo que explica la emaciación observada en la diabetes tipo 1 no tratada (T1D).
Si bien la diabetes se ha estudiado tradicionalmente enfocándose en el rol de la insulina, la evidencia reciente sugiere que la hiperglucagonemia inapropiada desempeña un papel importante en la patogénesis de la enfermedad.
El Dr. Roger Unger postuló que las acciones catabólicas consideradas anteriormente como consecuencias directas de la falta de insulina son, en realidad, mediadas por un exceso relativo o absoluto de glucagón con respecto a la insulina.
Diabetes Tipo 1 (Déficit Absoluto de Insulina)
La destrucción autoinmune de las células beta priva a las células alfa de la inhibición provista por la insulina. Esto provoca una hiperglucagonemia marcada, con efectos catabólicos letales que pueden llevar a la cetoacidosis diabética.
En este caso, la hiperglucemia no resulta de una incapacidad de las células para captar glucosa, sino de la producción y liberación hepática descontrolada de glucosa.
Diabetes Tipo 2 (Resistencia a la Insulina y Disfunción)
En T2D se observa una hiperglucagonemia relativa. La disfunción de la célula beta y la pérdida de masa de estas células dejan a las células alfa carentes de la inhibición paracrina de la insulina.
Además, es la fase rápida de secreción de insulina la que se ve afectada más precozmente en T2D. Dado que esta fase rápida sirve como señal paracrina para suprimir las células alfa vecinas, su deterioro contribuye a la hiperglucagonemia relativa observada. También se plantea que las células alfa podrían inhibir la acción de la insulina, lo que impediría que esta controlara la secreción de glucagón.
4. Glucagón y Estrategias Metabólicas
El glucagón se considera un objetivo atractivo para terapias destinadas a la pérdida de grasa, ya que estimula la lipólisis, la cetogénesis e induce un efecto termogénico al activar el tejido adiposo marrón.
Glucagón y Cetonas
La activación de las acciones biológicas del glucagón favorece la cetosis al reducir los niveles de malonil-CoA y activar la carnitina-palmitoil-transferasa, lo que permite la entrada de ácidos grasos en las mitocondrias para su oxidación a cuerpos cetónicos, que pueden servir como combustible del sistema nervioso central en el ayuno prolongado.
Glucagón y Dietas Bajas en Carbohidratos
En el contexto de dietas bajas en carbohidratos o cetogénicas, donde el glucógeno hepático es bajo, la propiedad hiperglucémica del glucagón se disminuye. En este estado, la gluconeogénesis (GNG) impulsada por glucagón no causa típicamente hiperglucemia, sino que simplemente mantiene la glucosa en sangre dentro de un rango saludable, previniendo niveles peligrosamente bajos.
Hormonas que participan en la regulación de la glucemia
A lo largo de millones de años de evolución, la biología humana fue moldeada en un entorno donde la disponibilidad de carbohidratos era intermitente o muy baja. Nuestros ancestros, primero carroñeros y luego cazadores, no contaban con una fuente constante de frutas dulces o tubérculos ricos en almidón; la mayor parte del tiempo su dieta estaba compuesta por proteínas y grasas animales, junto con pequeñas cantidades de vegetales fibrosos cuando la caza escaseaba.
Ante este contexto, el cuerpo humano desarrolló una red de mecanismos fisiológicos complejos y redundantes destinados a mantener niveles adecuados de glucosa en sangre, incluso en ausencia total de carbohidratos exógenos (es decir, de fuentes externas).
Entre estos mecanismos destacan:
-La gluconeogénesis hepática y renal, que permite sintetizar glucosa a partir de aminoácidos, lactato y glicerol.
-La liberación coordinada de hormonas contrarreguladoras (glucagón, adrenalina, cortisol, GH), que actúan de forma jerárquica para asegurar que la glucosa plasmática se mantenga dentro de un rango compatible con la vida.
-La adaptación progresiva de los tejidos a utilizar cuerpos cetónicos como fuente energética, reduciendo así la dependencia global de la glucosa.
La sofisticación de estos mecanismos se desarrolló junto con la escasa necesidad biológica de ingerir carbohidratos, lo que se refleja en el hecho de que no existen carbohidratos esenciales. A diferencia de ciertos aminoácidos o ácidos grasos que el cuerpo no puede sintetizar y deben ser obtenidos de la dieta, toda la glucosa que necesitamos puede producirse internamente a partir de otros sustratos metabólicos.
En conjunto, esto sugiere que la presión evolutiva más fuerte no fue hacia el almacenamiento o uso de carbohidratos abundantes, sino hacia la preservación de la glucemia mínima necesaria para sostener las funciones del sistema nervioso central y de los eritrocitos, órganos y células que dependen estrictamente de la glucosa.
Por tanto, la redundancia y robustez del sistema regulador de la glucosa no es casual: es el reflejo de una adaptación ancestral a un mundo sin azúcares abundantes, donde el peligro real no era la hiperglucemia posprandial, sino la hipoglucemia potencialmente letal durante periodos prolongados sin alimento.
Culpar a una hormona determinada (insulina, cortisol…), de arruinar tu metabolismo denota una profunda falta de comprensión:
Comprensión del papel de la insulina desde un punto de vista sistémico y evolutivo
La función original de la insulina no era “bajar la glucosa”, sino coordinar el uso de nutrientes.
En términos evolutivos, la insulina surgió en un contexto muy anterior a las dietas ricas en carbohidratos. Su papel primario era:
-Promover la síntesis protéica cuando había disponibilidad de aminoácidos (Creación de nuevas proteínas a partir de aminoácidos)
-Facilitar el almacenamiento energético en forma de grasa
-Evitar la proteolisis(degradación de proteínas en péptidos o aminoácidos más pequeños) en momentos de abundancia
Por lo tanto, la secreción de insulina inducida por aminoácidos no busca reducir la glucosa, sino usar eficientemente los nutrientes.
El estímulo de la insulina por parte de los aminoácidos produce una respuesta balanceada. La ingestión de proteínas (sin carbohidratos) produce una elevación moderada de aminoácidos en sangre que produce un estímulo directo de la célula ẞ pancreática, pero simultáneamente se eleva también el glucagón, sobre todo ante aminoácidos gluconeogénicos (como alanina o arginina). Como resultado, la insulina promueve la entrada de aminoácidos en tejidos y su síntesis proteica a la vez que el glucagón evita que caiga la glucosa (estimula gluconeogénesis hepática). Este co-estímulo coordinado impide hipoglucemias y mantiene la homeostasis energética.
En cambio, la respuesta a carbohidratos exógenos es abrupta y no fisiológica. La entrada rápida de glucosa exógena eleva bruscamente la glucemia, lo que provoca una descarga masiva de insulina sin contrapeso glucagónico. Induce hiperinsulinemia transitoria y una caída rápida posterior de glucosa. Esta situación no se daba en contextos ancestrales (sin ingesta continuada de carbohidratos exógenos), esto sobrecarga a las células ẞ pancreáticas y favorece la lipogénesis y acumulación de grasa hepática y visceral.
En otras palabras, el sistema pancreático no está diseñado para manejar grandes picos glucémicos exógenos, sino variaciones suaves postproteicas. Por lo tanto, culpar a la insulina de un metabolismo disfuncional, tal y como se hace a menudo en el ámbito de las dietas bajas en carbohidratos, es un error profundo de comprensión. La insulina hace lo que es adaptativamente apropiado en función del contexto, pero nos empeñamos en situarla en un contexto evolutivamente inapropiado para su diseño y luego nos quejamos y la culpamos por que hace exactamente lo que tiene que hacer. La misma situación se da con el cortisol, si compites en carreras de larga distancia, haces largas sesiones de spinning , sobreentrenas, eres un adicto a las inyecciones de adrenalina a través de cualquier medio, o estás sometido a cualquier distrés permanente, esto eventualmente causará problemas con lo que se llama el eje HPA, el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. Lo que sucede cuando corremos durante más de una hora o nos exponemos a un distrés permanente de cualquier tipo, es que el cuerpo comienza a liberar adrenalina y cortisol, este estado de excitación mantenido en el tiempo es degenerativo y su persistencia o cronificación envía una señal de retroalimentación negativa al hipotálamo-hipófisis para que detenga la producción. Esta estimulación de la adrenalina y el cortisol, es una estimulación natural y adaptativa que ocurre en ciertas circunstancias. Pero el problema es que la sobreexpresión conducirá a altos niveles de cortisol durante un período prolongado. Esto puede llevar a algo llamado citotoxicidad por glutamato, que eventualmente conducirá a un bajo nivel de cortisol, lo cual es aún peor. Pero también afectará y contribuirá a cosas como la ELA, la EM, la ansiedad, la depresión y los antojos porque desregula la proporción de glutamato a GABA. Este mecanismo de seguridad, o de supervivencia para protegerte de los daños degenerativos causados por la sobreexcitación, eventualmente agotará tu cortisol y tu cuerpo no producirá mucho, si es que produce algo, lo cual es muy dañino porque necesitamos cortisol. No es el demonio que se dice que es. El cortisol es necesario para estimular la producción de glucosa mediante la gluconeogénesis y para la modulación tanto de la respuesta inmune como de la inflamación, entre otras cosas, por eso tu medico te pauta cortisol sintético (cortisona) cuando presentas una inflamación persistente por una respuesta inmune deficientemente modulada. Simplemente tratar de reducir el cortisol, porque hemos oído que es la “hormona del estrés”, sin cambiar el contexto, es un abordaje miope y sintomático que no va a la raíz del problema y nos impide comprender que nuestro organismo se regula a través de sistemas integrados e interrelacionados, no de partes aisladas.
En resumen, la insulina "entiende” mejor a las proteínas que a los azúcares porque su secreción fisiológica está diseñada para mantener equilibrio entre síntesis y disponibilidad energética, no para compensar excesos exógenos de glucosa. Los carbohidratos refinados fuerzan una respuesta insulínica exagerada y desincronizada, mientras que las proteínas desencadenan una señal integrada con glucagón que mantiene la homeostasis metabólica.
¿Porqué tengo la glucosa “alta” llevando mucho tiempo en una dieta cetogénica o carnívora sin consumo de carbohidratos?
Comprender las implicaciones de la tabla presentada más arriba, es muy importante para entender la regulación de la glucemia.
Aunque el glucagón es la principal hormona hiperglucemiante, no actúa solo. En condiciones de ayuno, estrés o ejercicio intenso, otras hormonas contrarreguladoras cooperan para aumentar la glucosa sanguínea y asegurar el suministro de energía al cerebro y otros tejidos dependientes de glucosa.
Un estado catabólico ocurre cuando el cuerpo activa hormonas que movilizan reservas energéticas (glucógeno, grasa, proteína) para mantener glucosa y energía disponibles, sobre todo en estrés, ayuno prolongado, ejercicio intenso o enfermedad.
Las hormonas contrarreguladoras de la insulina —glucagón, adrenalina, cortisol, hormona del crecimiento y T3/T4— tienen como función común elevar la glucosa sanguínea y favorecer la liberación y disponibilidad de sustratos energéticos.
El glucagón es la primera línea de defensa contra la hipoglucemia aguda. Estimula la glucogenólisis hepática (degradación del glucógeno a glucosa), activa la gluconeogénesis (síntesis de nueva glucosa a partir de aminoácidos, lactato y glicerol) e inhibe la glucólisis hepática (evita el uso de glucosa en el hígado).
La Adrenalina (Epinefrina) predomina en situaciones de estrés agudo o ejercicio intenso. Estimula glucogenólisis hepática y muscular vía receptores β-adrenérgicos lo que eleva la disponibilidad de glucosa y lactato (sustrato para gluconeogénesis). Inhibe la secreción de insulina y estimula la de glucagón y promueve la lipólisis en el tejido adiposo (descomposición de las grasas en ácidos grasos) , que libera glicerol (precursor gluconeogénico).
El Cortisol actúa más lentamente, siendo crucial en estrés crónico, ayuno prolongado o enfermedad. Activa la expresión de enzimas gluconeogénicas en el hígado (como PEPCK y glucosa-6-fosfatasa), estimula la proteólisis muscular → libera aminoácidos para la gluconeogénesis y disminuye la captación de glucosa en tejidos periféricos (antagoniza la insulina), eso que llaman “resistencia a la insulina periferica o fisiológica”, un mecanismo completamente apropiado y fisiológico que no tiene nada de patologico.
La Hormona del crecimiento (GH o somatotropina) tiene efecto hiperglucemiante indirecto y de acción lenta, especialmente durante el ayuno nocturno o el crecimiento. Disminuye la captación de glucosa en músculo y tejido adiposo, aumenta la lipólisis, liberando ácidos grasos que el cuerpo usa como combustible, ahorrando glucosa y estimula la gluconeogénesis hepática.
Las Hormonas tiroideas (T3 y T4) no son contrarreguladoras directas, pero potencian los efectos hiperglucemiantes de las otras hormonas. Incrementan la tasa metabólica basal y la sensibilidad del hígado al glucagón y la adrenalina y estimulan la gluconeogénesis y la absorción intestinal de glucosa.
Si has entendido bien lo expuesto aquí arriba entenderás las posibles razones por las que puedas tener el azúcar en sangre ligeramente más elevado. Es muy importante que comprendas las claves que presento a continuación:
¡En ausencia total de síntomas esos niveles de azúcar en sangre son totalmente apropiados, adaptativos y no patológicos! Cuando el hígado produce glucosa la produce a demanda. Las hormonas contrarreguladoras nunca producen niveles patológicos de glucosa. La vía del poliol (ruta metabólica que convierte la glucosa en sorbitol y luego en fructosa), sólo se eleva por picos de azúcar en sangre superiores a 126 mg/dl. Agregar carbohidratos para reducir la glucosa en ayunas a un nivel arbitrario mientras se crean picos por encima de ese umbral, incluso por un corto periodo de tiempo, es simplemente absurdo y tiene el potencial de causar mucho más daño con el tiempo. Aquí es cuando hay que recordar, incluso a los carnívoros consolidados, que la gluconeogénesis existe, que al cuerpo no se le olvida cómo hacer azúcar, que ademas hace justamente el que se necesita y que el requerimiento de carbohidratos exógenos para el organismo humano es 0.
Si tienes síntomas: Si has comprendido la tabla de las hormonas reguladoras de la glucemia presentada más arriba, probablemente habrás deducido las posibles causas de lo que te puede estar pasando, pero vamos a analizarlas:
No comes la suficiente cantidad de proteínas o de comida, en una sola ingesta como para estimular la insulina. Sin la correcta señalización de la insulina tus riñones se vuelven permeables y pierdes electrolitos, puedes tener calambres, fatiga muscular, falta de energía, tu cortisol está disparado, estás en un estado catabólico permanente, tu azúcar se eleva para hacer frente a la amenaza, no puedes dormir bien, no tienes libido, probablemente estés perdiendo masa muscular…
Posibles soluciones: Eleva el consumo de proteína en una sola ingesta, come más.
Cuando reduces o eliminas los carbohidratos de la dieta la energía tiene que provenir de la grasa, si eliminas los carbohidratos pero no los sustituyes por grasa (comes demasiado magro) o tu cuerpo no está bien adaptado aún a la grasa como sustrato energético, puedes tener síntomas muy desagradables: vas a experimentar falta de energía, mucha sed, ansiedad, irritabilidad, antojo por los dulces, problemas para dormir…no poder obtener energía es una de las cosas más estresantes para tu organismo. Las hormonas contrarreguladoras, las de la derecha de la tabla, van a elevarse para procurarte el azúcar que necesitas y evitar la hipoglucemia , vas a entrar en un estado catabólico permanente, y vas a concluir precipitadamente que a ti la dieta ancestral te hace mal y que si el cuerpo te pide carbohidratos es porque los necesita y que “es sabio escuchar al cuerpo”. Tu creencia se verá reforzada cuando reintroduzcas carbohidratos y tus síntomas mejoren milagrosamente. Ahora…vuelve a mirar la tabla y entenderás el mecanismo. Comes carbohidratos, disparas la insulina, inhibes las hormonas contrarreguladoras y los síntomas se alivian. Es el alivio que siente el yonki al conseguir otra dosis. Esta cadena de eventos te deberían poner sobre la pista de que tienes un problema de glucodependencia severa y que esa voz, esa llamada interior que escuchas no es la de la sabiduría del cuerpo, sino la del mono pidiendo otra dosis. Pasar del metabolismo glucolítico a uno lipolitico requiere forzosamente de un periodo de adaptación que puede ser más o menos duro o largo en función de la glucodependencia, esto hay que tenerlo claro antes de empezar y hay que estar dispuesto a asumirlo.
Posibles soluciones: Come cortes de carne y pescados grasos, aumenta la cantidad de grasa, si tu cambio de dieta es reciente prueba a hacer la transición más lenta, vete reduciendo la ingesta de carbohidratos más gradualmente. Empieza consumiendo una pequeña cantidad de carbohidratos en una de las ingestas diarias, luego en días alternos y de ahí vete reduciendo los días de ingesta de carbohidratos hasta completar la transición.
Induces un estado catabólico permanente por una exposición a estresores excesiva y una expresión elevada y permanente de las hormonas contrarreguladoras. Quizá estés prolongando el ayuno más allá de lo que estás bien adaptado a tolerar, quizá estés a la vez exponiéndote al frío y haciendo demasiado ejercicio intenso, o estés pasando por una etapa estresante en tu vida y estés provocando una activación sostenida del eje simpático-adrenal y arruinando todos los beneficios de la dieta. No puedes pretender funcionar igual que si estuvieses chutado de azúcar con unos niveles de insulina tan apropiadamente bajos ( que es lo propio en un organismo metabólicamente sano) y una producción de energía tan estable y sostenida. El carrusel energético y emocional de picos elevados y valles profundos corresponde al metabolismo glucolítico, no al lipolitico.
Posibles soluciones: Deja de inocularte esa cantidad excesiva de estrés voluntaria e innecesariamente. Aprende a dosificar, gestionar el estrés y a accionar la respuesta vagal (parasimpática) a través del entrenamiento respiratorio (ver sección respiración en esta página).
Búsqueda de hiperestimulación dopaminérgica permanente (niveles de dopamina base muy bajos debido a la destrucción de receptores de dopamina D2 en el cerebro por abuso de estímulos dopaminergicos), es decir estimulación constante de la dopamina no sólo a través de sustancias, estimulantes de todo tipo, legales o ilegales, azúcar, sal o comida…sino también a través de actividades o comportamientos que estimulan la producción de dopamina, adrenalina etc. como por ejemplo el juego, el sexo, la búsqueda de aprobación an las redes sociales,la actividad frenética, las actividades de riesgo, la fricción emocional en las relaciones interpersonales, la búsqueda de novedades constantes etc. Esta búsqueda de sobreestimación nos devuelve al punto anterior, se disparan las catecolaminas, el cortisol, la producción de azúcar, el catabolismo. De nuevo…esto es incompatible con una dieta ancestral, para funcionar así hace falta mucha azúcar, por supuesto el cuerpo te la va a pedir, vas a sentir ansiedad por comer dulce o por comer a todas horas.
Posibles soluciones: Primero ser consciente de que tienes un problema y que es un problema muy serio. Después necesitas un detox de dopamina. Elimina todos los estimulantes dietéticos y comportamentales y aguanta el tirón. Si lo necesitas busca ayuda especializada.
¿Porqué tengo los triglicéridos elevados en dieta cetogénica o carnívora si no consumo azúcar?
Una posible respuesta a esta pregunta nos devuelve de nuevo a la tabla de arriba. Decíamos que las hormonas contrarreguladoras de la insulina —glucagón, adrenalina, cortisol, hormona del crecimiento y T3/T4— tienen como función común elevar la glucosa sanguínea y favorecer la liberación de sustratos energéticos.
La adrenalina, el glucagón y el cortisol activan la lipasa sensible a hormonas (HSL) en el tejido adiposo. Esto provoca la hidrolisis (reacción química en la que el agua rompe un enlace dentro de una molécula) de triglicéridos almacenados y la liberación de ácidos grasos libres (AGL) y glicerol al plasma. Los AGL viajan al hígado en grandes cantidades.
En el hígado, el exceso de ácidos grasos libres es re-esterificado a triglicéridos. El hígado empaqueta esos triglicéridos en lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) para transportarlos a la sangre. El resultado es el aumento de triglicéridos plasmáticos.
Por otra parte la lipoproteína Lipasa, que normalmente degrada los triglicéridos de las VLDL y quilomicrones en los tejidos, es inhibida por el cortisol y por niveles bajos de insulina. Esto reduce la depuración de triglicéridos circulantes y por lo tanto los triglicéridos se acumulan en la sangre.
En estados catabólicos crónicos (distrés sostenido, “resistencia a la insulina”), el hígado no puede oxidar todos los ácidos grasos libres y parte de ellos se reconvierten en triglicéridos, contribuyendo aún más a la hipertrigliceridemia, es decir, se da una conversión incompleta de AGL en energía.
Descargo de responsabilidad: Este contenido es educativo y no constituye asesoramiento médico. Para obtener orientación personalizada sobre cualquier aspecto de la salud, consulta con un profesional de la salud cualificado.
Referencias:
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-https://youtu.be/B2UcFwl39ZM?si=IB2xJjDosdqL-dg0 Insulin world vs. Glucagon world - A Tale of Two Hormones - Feeding vs Fasting - Endocrinology, Medicosis Perfectionalis